Sam Asghari aguantó a Britney Spears hasta que debía

Desde el año 2007 Britney Spears nunca ha sido igual. No se sabe que pasó exactamente que la llevó a la locura y al descontrol, pero lo cierto es que esta cantante nunca volvió a ser ella. 

A pesar de que consiguió ser liberada de la tutela de su padre y lograr casarse con Sam, quién ha estado con ella por años como su novio, Britney no logra tener estabilidad y ni con sus hijos vive, es más, hasta ha llegado a causar que se avergüencen de ella. 

En su cuenta de Instagram siempre está bailando y coloca la cámara en un ángulo muy desfavorable, además de que hasta ha compartido fotos desnudas, causando que se cuestione su sanidad. Ya ni permite que le escriban comentarios porque estos la atormentan.

Una cosa es ser novios y otra es estar casados. La verdad es que ha de ser muy difícil convivir con alguien como Britney, y por más que Sam haya intentado aguantarla y ayudarla, llegó un momento en que no pudo más, y optar por el divorcio es la solución. Apenas llevan un año de casados.

Britney tiene 41 años (nacida en el 1981) y Sam tiene 29 (nacido en el 1994), y supongo que en su momento, la diferencia de edad no importó mucho, pero ahora si, además de que luego de aguantarla, lo más lógico es que el intente sacarle beneficio económico ya que si se divorcian, el no va a irse con las manos vacías y como sabe casi todo de ella, podría llegar hasta a chantajearla si no se le recompensa como es debidamente. 

La mayoría de las personas caen en la trampa de creer que ciertas personas se acercan con buenas intenciones, pero la realidad es que muchas veces tienen su plan oculto, y posiblemente este haya sido el caso de Sam, que al ver a Britney vulnerable y necesitada, se acercó, la enamoró y cumplió su objetivo de casarse con ella para asegurarse su futuro, ya que como es bastante joven, más tarde podrá rehacer su vida con la mujer indicada.