El expresidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, como cualquiera que es acusado de algo, fue fotografiado para la posteridad dentro de una cárcel en Atlanta y tiene un mugshot (ficha policial), que no es cualquiera, ya que es la primera vez en la historia que un expresidente estadounidense llega a ser fichado, aunque aún no encarcelado.

Luego de mucho tiempo de no publicar nada en su cuenta de Twitter, ahora llamada X, compartió su mugshot donde incluye el mensaje “nunca rendirse”. Lo acusan de interferencia electoral. 

Siempre ha existido la duda de si hubo fraude o no en las elecciones pasadas, ya que se cree que quién debió ser presidente por segunda vez fue él y no Biden, pero la verdad de todo nunca la sabremos, y es por esto que Trump continuará batallando.

Contrario a la mayoría de la gente que es fotografiada para su ficha, Trump no sonrió y no se mostró débil. Miró desafiante, y te hace sentir que esto ha sido una injusticia y que el único propósito es hacerle daño moral y humillarlo por ser quien es y cómo es, y que esta situación incómoda lo descalifique, lo desanime y le impida retomar el mando en la Casa Blanca.