Evidencia de que la gente glorifica a aquellos que cometen crímenes

Gypsy Rose Blanchard es una mujer de 32 años que estuvo presa por ochos años por haber sido partícipe del asesinato de su madre Dee Dee Blanchard. Aunque ella no la mató directamente, su novio de aquel entonces, según se cuenta, mientras la señora dormía, la acuchilló diecisiete veces y Gypsy se escondía en el baño para no presenciar la escena directamente.

Es espeluznante imaginarse que una hija sea capaz de colaborar para que su propia madre sea eliminada de este mundo, pero sucede. 

Dee Dee fue una madre muy extraña que para causar lastima, le hizo creer al mundo que Gypsy era una niña enferma y frágil, al punto de que ellas mismas llegaron a confundirse con su propia mentira y se les hacía difícil diferenciar la mentira de la verdad, pero el tiempo pasaba y Gypsy quería ser una joven normal y liberarse del control enfermizo de su desquiciada madre, y es por esto, que las cosas terminaron tan mal.

Lo que Gypsy hizo estuvo muy mal, pero como sólo ella sabe lo que tenía que vivir diariamente, nos quita el derecho de juzgarla. Existen casos similares de madres que crean circunstancias para hacerse las víctimas y que los demás sientan pena por ellas. Recuerdo haber escuchado del caso de una mujer que le gustaba embarazarse y luego asfixiaba a los bebés de una manera difícil de detectar, hasta que la investigaron y dieron con la verdad.

En diciembre 28, 2023, a Gypsy le dieron libertad condicional y se ve muy feliz con su esposo, con quien se dio a conocer está muy activa sexualmente y hasta parece haber olvidado que fue cómplice de la muerte de su madre. Hasta cuentas de TikTok y de Instagram con millones de seguidores tiene, y la gente la considera un icono y no parece importarle su pasado.

Este es un buen documental de HBO.