A estas alturas, aunque no quieras, ya sabes quien fue Griselda Blanco, y si no, entérate que fue una cruel narcotraficante colombiana que terminó siendo asesinada usando el mismo estilo que ella empleaba para deshacerse de sus enemigos o de cualquiera que se interpusiera en su vida y en su negocio sucio.
A la llamada madrina de la cocaína, la celebran mencionandola en documentales, programas de crímenes, series y películas.

El nombre de Griselda Blanco ha vuelto a sonar más que nunca gracias a la serie de seis capítulos que se puede ver en Netflix, protagonizada y en parte producida por Sofía Vergara, quien para caracterizarla, tuvo que recurrir al uso de prótesis y convertirse en lo más cercano posible, en Griselda.

Michael Corleone Blanco (Michael Sepúlveda Blanco), el hijo menor y unico sobreviviente de Griselda, se nota que se aprovecha mucho de la mala fama de su madre, y que quiere ser famoso a como dé lugar, porque escribió y publicó un libro tipo personal memoir, ha salido en programas de televisión relatando la vida de su madre y cómo fue ser su hijo y hasta formó parte de Cartel Crew para VH1.
Aunque Michael quiso impedir que saliera la serie, falló. No fue suficiente asegurar que se usó información que él dio sin su consentimiento y sin acreditarlo y menos su queja de que Sofía Vergara hace ver fea de más a su madre. Creo que lo que lo molestó fue no haber recibido un jugoso cheque y que no lo incluyeran con un personaje.
Parece ser que la serie, a pesar de haber salido en enero 25, ha sido muy bien recibida y se destaca mucho la buena actuación de Sofía Vergara, a quien se había encasillado como una actriz de comedia. Sofía tuvo que hacer lo mismo que Salma Hayek, que para ser tomada en cuenta y ser vista como una actriz seria, tuvo ella misma que producir Frida y demostrarle al mundo que era más que una mujer sexy con acento.
