A P. Diddy hay que tenerle pena ajena, ya que a este individuo la desgracia le ha caído de golpe, y es que son muy fuertes y serias las acusaciones de quien fuera un cantante y empresario muy exitoso, ¿será que la destrucción o caer en el “infierno” terrenal es el precio que al final debe pagar la gente famosa y adinerada? Si es así, a mi nunca me gustaría ser famosa y adinerada, prefiero mi vida simple y tranquila, pero ¿gozar del éxito para luego caer al precipicio?, no gracias. 

A este hombre le urge una limpia, aunque como ya lo tienen encarcelado, será muy difícil realizarla, y es que hasta vigilado se encuentra por temor a que se quite su propia vida como lo han hechos varias figuras que han caído en desgracia, y de la cual sólo un milagro divino puede sacarlo, pero si de todo lo que se acusa es cierto, creo que ni Dios le tendrá compasión porque en este caso, parece que P. Diddy todo lo que hizo fue estando muy consciente y abusando de su poder e influencia, y como en el mundo del entretenimiento todo está permitido hasta cierto tiempo y como muchos anhelan fama y fortuna, son capaces de aguantar todo lo que se necesita en su momento, aunque hoy en día ya todo se llega a saber y cualquiera puede ser expuesto. Hay que tener mucho cuidado porque de la nada sale gente haciendo acusaciones tan fuertes, que una vez dadas a conocer, manchan y destruyen reputaciones de por vida.

A punto de cumplir 55 años, Sean Combs podría pasarse la vejez privado de su libertad y atrás quedará para siempre su vida de millonario extravagante, depravado y acostumbrado a que todo sea a su antojo.