A la exjugadora de tenis, Serena Williams, de casi 44 años, no le perdonan que no esté rebajando de manera natural y que esté usando Glucagon Like Peptide-1 (GLP-1) para lograrlo.

El medicamento es usualmente recetado para diabéticos, pero también ayuda a tratar el sobrepeso, y es por eso que el cambio físico de Serena, quien ha reportado haber perdido ya 31 libras, ha estado llamando mucho la atención, obligandola a admitir públicamente su uso y apoyo.

Muchas de sus seguidoras son mujeres, algunas más gordas que otras, y cuando Serena estaba con sobrepeso, se identificaban con ella, pero ahora que se está preocupando por su apariencia física y llevando una vida activa, esas mujeres se han convertido en sus mayores críticas porque ya no pueden identificarse con ella para justificar su gordura.

También, debido a que la madre de dos niñas comparte su nueva vida en Instagram, y por usar el cabello rubio, seguidoras y detractoras le dejan comentarios insinuando que ella quiere ser como una mujer blanca. Este tipo de comentarios es muy ignorante porque usar pelucas rubias o teñirse el cabello claro, en ningún momento indica que alguien quiera ser de la raza que no es.
