Dos casos de gente que se aloca en las reuniones virtuales de Zoom
Definitivamente hay gente que simplemente carece de control y que en situaciones anormales como la que estamos viviendo debido a la inesperada pandemia, saca a la luz su verdadera identidad.
El primer caso reciente es el de Jeffrey Toobin, un analista legal, comentador y escritor de The New Yorker. En una de esas, supongo yo, aburridisimas videoconferencias, el señor de 60 años, decidió mostrar su pene y hasta tocarse sin importarle que sus colegas tuvieran que presenciar tan incómoda escena.
Por exhibicionista y por su falta de respeto, ha sido suspendido de su trabajo, y aunque pidió disculpas, porque según él pensó haber pausado Zoom y por eso se puso de cochino, nadie le creyó, y es que este cambio de vida que ha ocasionado la pandemia tiene a muchos enloquecidos y al borde del desespero, el es casado, no era necesario hacer lo que hizo o ¿será que la esposa no lo atiende?, lol. Aunque dio miles de excusas, para todos será recordado como el tipo del dick incident de Zoom.
Otro incidente, no chistoso como el de Jeffrey, fue el del presidente del comité escolar de Boston, Michael Loconto. El tipo se vio obligado a renunciar a su posición por su comportamiento racista en una Zoom meeting. No se sabe si quizás se tomó unas copitas de más, se sintió muy relaxed y con derecho a burlarse de los demás.
Resulta que el muy osado, cuando tuvo que introducir a varios asistentes a la reunión virtual, mal pronunció a propósito los nombres de varios de ellos, de manera burlona, sinceramente una tremenda falta de respeto y reveló su falta de profesionalismo, se creyó muy grande, pero por suerte este tipo de comportamientos ya no son tolerados y aunque se disculpó para salvar su pellejo, al final, el alcalde de Boston, no lo apoyó y Laconte tuvo que largarse.
Es increíble como él sabiendo que en Boston y en las escuelas, hay gente de diversas razas, él haya actuado de esa manera.
Para evitar ser parte de la lista de los locos de Zoom, pórtense bien, manténganse sobrios y tengan presentes que en las videoconferencias, todo queda grabado. Eviten ridiculizarse.